Tal vez haya
sido la fascinación por la palabra, o ese desierto adolescente tan necesitado
de contar su historia, o aquella tranquilidad momentánea de encontrar lo que
nos pasa en el asombro de un renglón…
Lo extraño
es que todo es una invención, la paradoja de una ficción que desnuda una realidad interior,
la escritura de un sueño que devela sus capas más profundas…
El narrador,
en la alquimia de sus fantasías conquista en la aventura de sus palabras lo
auténtico, lo cierto; aunque transcienda
los géneros, manipule el tiempo o cambie sus contextos…
A la hora de
las decisiones prefiero ser un narrador interno que externo, involucrado
siempre uno está en la historia, aunque esta aparente valentía no me exime de
algunas inmovilidades…
Entre la
primera y la tercera persona, me inclino
más por la primera aunque a veces en la tercera puedo tomar distancia, y esto
se aprende manchándose los dedos y gastando muchos lápices….
Son muchos viajes los que hacemos gracias a las palabras que nos dejan verter sueños , deseos... , hace unos días leí al paso que la pérdida de la cola en los primeros homínidos permitió el lenguaje verbal, nos "humanizo", que somos sino palabras? Decime como hago para seguirte, porque me temo que debo abrir cuenta el google...
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