jueves, 22 de diciembre de 2016

Intolerancia al Impuesto a las Ganancias.


                                                                                              A Moni.
Las mujeres y los hombres grandes están repartiendo sus ganancias, miden sus fuerzas, ponen sobre la mesa  sus distancias (?), mucho poder y poco saber, es este  juego de cartas, como en el truco quieren ganar la primera y no tienen nada.

Por abajo o por el medio las mujeres y los hombres transpiran sus labores y se achican sus frutos y sus gangas, la soga se estira y todos participan de la cinchada.

Yo soy jubilado y tengo intolerancia al impuesto a las ganancias, todo empezó con un hallazgo pequeño, una verruga que se me instaló en una de mis plantas, mi doctora me  dijo  que era estrés, que algo o alguien me molestaba, que esa verruga encarnaba algún inadmisible, injusto e insufrible dolor de mis entrañas.

Otro indicador de dicho problema metabólico, fue que descubrí cierta intransigencia con las harinas, motivo por el cual comencé a comprar alimentos Sin T.A.C.C. es decir sin trigo, avena, cebada ni centeno, tal vez porque le habían sacado las retenciones a alguno de estos  cereales y yo modesto ex agente del estado  pagaba  impúdicos gravámenes.

En mi recibo,  en la columna de los descuentos figuraba todos los meses esas descomunales extracciones, no había ni siquiera compensación alguna, aunque fuera un aumento no remunerativo que mitigará  los  dolores y somatizaciones que tal situación  en variados malestares me provocaba.

Yo propongo para tales desequilibrios  que a los específicos  contribuyentes le incorporen  una nueva asignación denominada “Nervocalm” , nombre que remite a un medicamento compuesto por una gran combinación de hiervas, a saber, Valeriana, Pasiflora, Melisa y Tilo , remedio  que ya figuraba  en la bibliografía de Mafalda, cuando su padre tomaba dicho  tranquilizante en los días negros y aciagos de su compleja cotidianeidad. 

La citada propuesta sería acreditar en  la columna de haberes de los pasivos un 5,50% de su sueldo para poder comprar dichos psicofármacos, que a juzgar por el gravamen en cuestión se necesitarían  importantes cantidades  para alcanzar cierta paz y tranquilidad,así como una disminución de la ansiedad,  en consonancia con las cercanas fiestas de este fin de año.

Pensándolo bien creo que este proyecto no va a prosperar, los platos de la justicia ciertamente están desbalanceados, no creo que los jueces vayan a pagar lo que nosotros ya pagamos.


Ruego no tener otras alergias, descomposturas o enfermedades psicosomáticas, por esta intolerancia al Impuesto de las Ganancias.

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