Ahora que están de moda las Neurociencias, puedo decir
sin inferir ninguna locura, que estoy
caminando por una calle neuronal de algún recuerdo, que mi cerebro esté
recordando es posible comprobarlo –tarea de algunos entendidos- que el recuerdo
sea real es más complicado, argumento que prueba que con la ciencia no alcanza,
para vivir también se necesita del arte.
Recorro imaginariamente aquellos territorios, paisajes
otrora conocidos (?), el andar del diario trajinar, los cotidianos ritmos de
sus clases, en el presente distantes, lejano horizonte laboral de un pasado incomprobable.
La geografía mental de este ejercicio me lleva a caminar por sus senderos,
laberintos borgeanos, a pesar de resultarme
familiar estos lugares un sentimiento de extranjero me invade, ingrediente de extrañeza que hace más
siniestro el viaje.
Las baldosas veían mis pasos con la indiferencia mineral que
suelen mostrar los objetos que nos
aventajan en los calendarios , la altivez de los mármoles en las escaleras, impactan en mi decepción personal, ya no me
extrañaban , aquellos paseos han terminado siendo un viento etéreo que sopló
más de treinta años.
Uno de mis defectos fue haberme creído parte de una minoría,
que siempre da cierto orgullo y prestigio, no en el sentido de clase, sino en
el sentido de buscar un sentido a nuestras prácticas, en realidad ese número
pequeño en la escala era más grande de lo que pensaba, aunque no tan grande como para producir
significativos cambios planetarios. Aunque tengo la certeza que muchos han cambiado, condición imprescindible para seguir aprendiendo y enseñando, sumando la pasión, la esperanza y la fe.
Estaba convencido y aún lo estoy que siempre se puede
cambiar algo. Yo leía en los finales de las clases algún poema o algún cuento,
esperando que alguna palabra germinara. Nada revolucionario, sólo ser
coherente, comprendernos, respetarnos…
No reniego de aquellos tránsitos porque también soy lo que
fui, ciertos amores y ciertos desvelos de los quehaceres hubieran querido otras
circunstancias, pero el balance es perfecto, sin aquellas circunstancias mis
elecciones hubieran sido otras y otros los andares. Con el tiempo y esfuerzos sostenidos los entornos también cambian, incluyendo procesos y aprendizajes.
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