Sentencia
La
aceptación no es una actitud pasiva, por el contrario exige mucho trabajo y energía, es un proceso sujeto
a cambios, ascensos y descensos, es un camino personal con curvas y recodos, tampoco es sumisión ni resignación. Hay que
cruzar grandes ríos y montañas, visitar
al gran hombre o a la gran mujer y seguir aquellas sugerencias para alcanzar cierta paz y tranquilidad. Un
dragón interior nos espera.
Cosmovisión.
La
naturaleza humana no es ni buena, ni mala, ni neutra, es una mezcla de sombras
y luces bien mezcladas. En la aceptación no es saludable ni rumiar, ni conjeturar,
ni negociar. La tarea más difícil es suspender las creencias, a veces decirle –No-
a nuestro exigente ego.
Las Líneas
1ra. A veces
el dolor es inevitable, es necesario aprender de él. Escuchar nuestro lenguaje,
cambiar algunas palabras y re-definir otras, rediseñar el entorno.
2da. Reeducar
la mirada. Observar, no solo ver.
3ra. Aceptar
los límites no siempre es una tarea fácil. Tenemos una tendencia a accionar
pero esta no siempre es posible, no es sólo cuestión de capacidades sino de
circunstancias y de tiempo. Accionar temprano o tarde no es lo indicado.
4ta. Se
tarda mucho tiempo en asumir que el viento el sol y la lluvia no dependen de
nuestros estados de ánimo.
5to. Hay
verbos interesantes para reflexionar: Integrar, adoptar,
comprender, concientizar, entender, armonizar, estar…
6ta. El azar
juega sus dados pero yo también decido.
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