Las fortalezas de hoy fueron las debilidades de ayer, bienvenidas aquellas circunstancias (aún las no elegidas) que me enseñaron alguna sabiduría.
Quisiera que
mi inconsciente me siga regalando sus verdades,
Cuando uno
cambia los límites hay una extrañeza en la nueva geografía, el territorio no es
el mismo y uno debe ser doblemente precavido.
A veces me
cuesta decir “NO”, a pesar de que desde mi perspectiva tenga sobradas razones
para decirlo.
Perder
algunas confianzas ha entristecido y endurecido mi mirada.
No siempre
eres responsable de situaciones difíciles, complejas y conflictuadas.
Las mismas
distancias de antes, hoy me parecen más lejanas.
Siempre me
costó dimensionar los cansancios.
Me digo a mi
mismo: una mirada más realista no debe conspirar con la ternura.
Si supieras
solo el lenguaje y no supieras nada de
ti, no habría ninguna respuesta y todas
serían preguntas.
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