Apuntes y
meditaciones de aquellos diálogos consigo mismo
y con los demás
(café de por medio).
I-
Lo pequeño y lo grande.
Los pequeños cambios
producen grandes cambios si se los sostienen en el tiempo.
II-
La consideración.
Es necesario
contemplar, observar con tiempo y atención para orientar la acción. Mirar el
universo, ampliar el objeto de la mirada, hacer visible lo invisible y hacer algo por los otros y por nosotros.
III-
Cuestiones familiares.
Aquel puntal estaba
parado en su lugar a la distancia justa de otros pilares. En esa exacta equidistancia se conserva la dinámica
de aquellas estructuras.
IV-
Algunas definiciones.
Elogio la suavidad,
elijo lo lento a lo rápido, las curvas a
las rectas, lo que fluye a lo denso,
enseñar a quien quiere y aprender siempre. Me definen más las letras que los números, las preguntas
más que las respuestas.
V-
Cabeza y corazón.
La cabeza puede
entender más rápido que el corazón. La primera va a la velocidad de la luz, la
segunda necesita caminar y sentarse a tomar agua.
VI-
Una nota…
A veces escribo con el
surrealismo de mi inconsciente, en enmarañados laberintos, a veces en duermevela,
casi en sueños, fragmentado y desprolijo
por un tiempo hasta que el director de orquesta que por momentos aparece en mi cerebro, llama a silencio y se
escucha una nota que le da armonía al texto.
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