Los novelistas exageran la realidad, la transforman en ficción y viceversa, de suerte tal que las novelas son ficción y son realidad. Los escritores somos amantes de la hipérbole, los personajes valientes son osados y los temerosos son muy cobardes…
El género necesita
algunas cosas escandalosas aunque sutilmente
dosificadas – no confundir con los escándalos del espectáculo- . Las descripciones de los escenarios deben ser
interesantes al igual que las emociones , tal vez esto último , el saber y el
sentir de las emociones claras y oscuras es el valor supremo de un novelista, a
través de ellas y ellos aprendemos más que en ninguna otra ciencia sobre
la condición humana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario