Después de varias cuarentenas, de las ciclotimias de la pandemia, hemos vuelto a los encuentros, a los materiales y a los humanos.
En el plano de los encuentros humanos el médico vuelve a ver a sus pacientes y viceversa, el artista se re-une con su público y el público recupera el íntimo espacio de un espectáculo, lo propio hacen los docentes y los alumnos. Más allá de los roles, funciones y misiones las relaciones interpersonales vuelven a ser naturales, ese maravilloso contacto del yo y el otro nos devuelven aquella humanidad.
Recuperar la agenda de la cotidianeidad donde los días y las semanas retoman sus ciclos, dónde la palabra disfruta de su libertad, la poesía camina con lo prosaico, la música vuela como un pájaro, el sol y la piel se encuentran, donde vuelve , quizás por un rato, aquel espacio tiempo que habíamos extraviado.
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