sábado, 25 de julio de 2020

El cuerpo y la mente entremezclados.



El campo de la palabra es un surco virgen de sembrados. Una tierra blanca entre jardines y huertas que imagino. Tal vez frutos, jugos y flores, ese hambre de hambre y de belleza. Entre el compromiso y el refugio de los humanos.

Los verbos y adjetivos solo existen si están encarnados. Si el cuerpo y la mente se dan la mano. Necesito sentirlo y necesito nombrarlo.

En su desnudez. En la sensualidad de las letras. Dibujo palabras redondas, esbeltas, curvadas. Figuras vestidas de seda en la blanca sábana…

No hay comentarios:

Publicar un comentario