viernes, 31 de julio de 2020

Perfumes de la infancia




Despojado, sencillo y travieso
inicial simpleza de niño
la natural aventura
y aquella obstinación por el asombro

El mundo ordenado
en el refugio de mis juegos
esas heridas
de las arriesgadas osadías

esas señas cardinales  de mi infancia

martes, 28 de julio de 2020

El reloj de las palabras.




           De a una o de a dos caen las letras en el reloj de las palabras
                              parecidos a los granos de arena,
                                            sus formas dibujan
                                                caligramas,
                                                   de a una
                                                      o dos
                                                         y
                                                   después
                                         de un rato se forman
                                   a granel un silo de montañas,
                    en aquel alfabeto tan caótico y desordenado
               yo camino sobre ellas  buscando oraciones extrañas
   esas pepitas de oro,  las que brillan, las que te nombran, las más claras

domingo, 26 de julio de 2020


Momentos.
“Supongo que es imposible entrar en la soledad de otro. Sólo podemos     conocer un poco de otro ser humano, si es que esto es posible, en la medida en que él quiera dar a conocer.” La Invención de la soledad. Paul Auster.

“El pasado psicológico siempre será un proceso personal, dinámico, conjetural, complejo y sujeto a diversas interpretaciones.” Horacio Alberto Giardini

Me sangra el sueño de un sufrimiento ajeno. El dolor de tus cosas de otros  tiempos. La coma que antecede a nuestros momentos. El origen siempre incierto. El libro del pasado es una fe de erratas que en sus pruebas de galera tiene constantes revisiones, donde dice… debería... Una tesis que no encuentra sus interrogantes esenciales o que tiene uno eterno. ¿Qué distancia hay entre  aquí y antes de aquí?

El otrora tal vez sea una película sin sonidos y sin subtítulos dónde es difícil discernir lo real, lo simbólico y lo imaginario. Siempre hay algo que agregamos o quitamos o una sombra que no vemos. 
Un film a destiempo con el ahora. Puede ser también el guión que hacemos de alguna historieta que de tanto en tanto vamos cambiando sus  viñetas donde pegamos imágenes y algunos diálogos siempre incompletos.

Toda retrospectiva tiene movimiento. Una foto sin foco o con un grano demasiado grueso como si el ayer estuviera en esa neblina tan común en las mañanas de invierno. Quizás un recorte de un lugar que debiera ser ampliado o un espacio oscuro que debiera ser iluminado. Ese objeto, aquel indicador, ese instante.  Por momentos uno cree que algunas etapas vitales se han congelado,  pero el tiempo se mueve para atrás, para adelante y los costados sin dejar de considerar el arriba y el abajo. Como una escultura de hielo que dura solo un tiempo a veces el agua es el recuerdo. Tan inabarcable se nos escurre entre las manos. Quizás por esta razón escribo, por el miedo a que esta inquietud se borre de mi cerebro.

Mientras tanto yo me quedo en el momento, en este presente nuevo, original y espontáneo como  las chispas de mis fuegos. La prospectiva también tiene  un carácter incierto…

sábado, 25 de julio de 2020

El cuerpo y la mente entremezclados.



El campo de la palabra es un surco virgen de sembrados. Una tierra blanca entre jardines y huertas que imagino. Tal vez frutos, jugos y flores, ese hambre de hambre y de belleza. Entre el compromiso y el refugio de los humanos.

Los verbos y adjetivos solo existen si están encarnados. Si el cuerpo y la mente se dan la mano. Necesito sentirlo y necesito nombrarlo.

En su desnudez. En la sensualidad de las letras. Dibujo palabras redondas, esbeltas, curvadas. Figuras vestidas de seda en la blanca sábana…

martes, 21 de julio de 2020

Amigo.




Tiene la voz acompañada de ausencias

un silencio de miradas cansadas

aquel perfume que perdura en sus mañanas

el gusto afinado de los años

aquellos bordes redondos de sus libros

y esa amistad de acompañarnos

sábado, 18 de julio de 2020

El traductor.




“…Es necesario aprender con aquellos que han trabajado sobre esta divergencia entre el sentimiento y la expresión, entre la lengua muda de la emoción y la arbitrariedad del lenguaje, con los que intentaron hacer entender el diálogo mudo del alma…”  La lección de los poetas del libro “El maestro ignorante”  de Jacques Rancière.
“Sabe que ser poeta es traducir dos veces” Jacques Ranciére

He necesitado tiempo y lo seguiré necesitando para darme cuenta que los signos son solo herramientas, instrumentos de quien  escribe. Mi profesora y amiga de letras me decía – todos conocemos el abecedario pero poco pueden escribir una obra literatura-.

Hablar y escribir no es lo mismo, sentir y expresar tampoco es lo mismo, desde un lugar intelectual parece obvio, pero lo obvio no siempre se analiza.

El apretón fuerte o débil de aquellas manos, el brillo o la opacidad de esos ojos, los distintos silencios, el abrazo tímido o efusivo y prolongado, los mil besos y las mil formas de narrarlos y desde allí al universo infinito de la piel…todo impacta en ese órgano invisible,  el sufrimiento o la alegría, cercana, remota y presente.

El don del poeta no está en la sintaxis ni en la semántica, si bien estas cuestiones son importantes no dejan de  ser instrumentales. El verdadero arte estriba en traducir lo que se siente, aquellas sensaciones, percepciones, emociones y sentimientos que encarna el cuerpo sutil, ese que se  sabe expresar con mayor integridad, sinceridad y contundencia. El lenguaje después de mucho trabajo será una visión aproximada de lo indecible.

Ser impecable con las palabras implica un trabajo de escultor, afinar aquellas superficies, modelar la materia buscando sus mejores formas expresivas.

En este asunto el otro es otro y construye como puede sus refugios, aquellas narrativas, las maneras de contar y de contarse.  Que nadie se  crea en esto, títulos y estudios aparte, un desigual, un ajeno a estas precariedades de nuestra condición.

Cuando pierdo esa escritura, el nombre que  nombra lo que soy y lo que siento, pierdo esa estela primordial que dejo en el mar, esa palabras que quieren durar en el agua y en la sal.

martes, 14 de julio de 2020

Escritos en duermevela.



Antes  de dormir, casi en una especie de ensueño, o en la pereza inicial del despertar, escribo, casi en un trance, anotando palabras sin cesar, extrañamente con coherencia y cohesión, en el letargo de entrar a la conciencia y en la frontera del inconsciente, quizás en el límite de dos cerebros, sin deslices ni sueños, solo con fragmentos luminosos de algunos pensamientos.

                                                                                    ***
Escribo  en una versión borrador, con la tranquilidad  que aún no será definitivo, dejo en suspenso la rima, el ritmo, el tema, el sentido, me alejo del papel, dejo el lápiz y el sueño me sorprende completando renglones vacíos, palabras que necesitaban madurar.

                                                                                    ***
Aquel oficio requiere estar en forma, el don se afina con los años,  se pulen en esos ejercicios
en ensayos y borradores. No es la caligrafía el arte, es un juego de signos y sentidos,
expresar aquello que nos parece inexpresable.

                                                                                    ***
Los límites de nuestros padres no son nuestros límites ¿Cuáles serán los límites de nuestros hijos con nuestros nietos? ¿y los límites de nuestros propios nietos con sus hijos?

                                                                                    ***

sábado, 11 de julio de 2020

Incertidumbre.




Inventamos teorías para sentirnos protegidos
creencias que renovamos con los años
algún protocolo para gambetear la mala suerte
quitapesares para esos males de los tránsitos
y así creemos conocer  las causas de aquellas inquietudes
buscamos un seguro contra todo riesgo
o al menos con franquicia para disminuir lo irreparable
hacemos un ahorro pequeño por si llueve más de cien días
llenamos de palabras vasijas llenas de silencios
expuestos a la aventura el miedo nos  acorrala en algunas encerronas
osados huimos  hacia adelante buscando algún refugio
quisiéramos estar en calma más hay una inquietud que nos impulsa
ante la hoja en blanco no nos  molesta aquella incertidumbre
tal vez por nuestro oficio es una mujer muy conocida
pero hay otras más oscuras en la sombra de tu sombra
Invisible, silente, vacilante e indecisa
esos…los suspensos de la vida…

jueves, 2 de julio de 2020

Al borde.


Al bor
   
                                                 “-Estoy al borde-”. Mario

Al borde de los renglones
en la ochava protegida de los vientos
en las insospechadas consecuencias de hacer un paso
-explorando el espacio con las manos-
en la vaporosa perspectiva de nuestra vista
percibiendo los olores de la calle
escuchando una canción lejana
degustando este aquí y este ahora
un  impulso inconsciente  nos  acompaña