“…Todo, entre los
mortales, tiene el valor de lo irrecuperable y de lo azaroso. Entre los
inmortales, en cambio, cada acto (y cada pensamiento) es el eco de otros que en
el pasado lo antecedieron…” Jorge Luis Borges.
Por otras razones
serían como nosotros, incompletos, tal
vez la sorpresa y el asombro le estuvieran vedados. Me lo imagino con ojos
fríos, sin la necesidad de agrandarlos.
¿Qué relación tendría
con ellos el aprender? ¿Tendría sentido la
poesía? Sin incertidumbres tendrían que soportar el tedio de repetirse y
un sufrimiento terrible y perpetuo, la pérdida al infinito de sus amores.
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