“Somos menos libres de lo que creemos, dice Anne Ancelin Schützenberger, pero tenemos
la posibilidad de conquistar nuestra libertad y de salir del destino
repetitivo de nuestra historia si comprendemos los complejos vínculos que
se han tejido en nuestra familia”.
,,,,había
tantas comas detrás de mí
…tantos
puntos suspensivos…
tantos signos
ciegos !¡ ¿? ( );
tantas
novelas que empezaban
en una
misteriosa segunda hoja
-subterfugios
de los hombres-
por todo
ello
mandé a
arreglar
ese reloj
de péndulo
-aparente
objeto inocente
de los ancestros-
no quiero
que atrase
o se pare
por momentos
en estos
tiempos nuevos,
respetando
las circunstancias
y los
contextos,
diferenciando
las repeticiones claras
y esas de
sufrimiento
cuestión
es que al fin me decidí
desde
aquellas cenizas
sacarle
punta a este lápiz
nacido de
los inviernos
-
me importa
poco escribir el prólogo
al final o al comienzo -
afortunadamente
mi nombre
era
distinto, eufónico, singular,
aquellos
poseídos fantasmas
-ahora- cortaban los nudos
de sus mandatos,
el pasado
volvía a ser un vacío
un
universo creativo,
ese
silencio que existía
antes que
naciera
-mi primer
llanto-
una
especie de palabra,
verso que
más tarde
podría
salvarme
no me
jacto
de esa
conquista tardía
otros –cercanos-
siguen
luchando,
dejo que
jueguen aún en mí
con este esforzado desapego
lo que no
fue
y lo que
podría haber sido
esas fantasías
de lo que siento
desde la
sombra
desde el agujero
negro
estoy
buscando todas mis decepciones,
y las
encuentro lentamente
por afuera
y por adentro,
un intersticio
de luz
me baña el
cuerpo
y chueco
camino
por el
paisaje del desfiladero
detrás de
la montaña espero
la verdad
de mi consuelo
sin
renunciar a mis felices encuentros
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