De tanto
que intenta curarla
se le ha
hecho más renga su renguera,
todos
tenemos esa especie de cojera,
alguna
página en blanco -historia verdadera-
que no se
escribe ni revela,
la
conviviente angustia de alguna primavera
cuando los
vientos mataron la quimera,
la
depresión encubierta de la inocencia
-dolores
de los otros-
en la
leche de las madres primeras,
y yo con
esta magia que a nadie llega
¿agrando mi
paciencia? ¿achico la impotencia?
¿ y si
mirara a mis tristezas con merecida indolencia?
¿ y si
algún desapego me distanciara de sus influencias?
¿ y si
entendiera a los otros desde mi renguera?
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