sábado, 5 de enero de 2013

el otro yo




, no puedo decir que sea un desconocido
-todo lo contrario- lo conozco demasiado,
a nivel cognitivo puedo reproducir todo lo que piensa,
la diferencia es que sentimos distinto y
por razones obvias interpretamos cada uno a su forma,
vivimos simultáneos en el aquí y ahora,
no podría vivir sin él –y paradójica mente- tampoco vivir como él,
cuando nos ponemos a negociar en los límites de nuestros cerebros,
la piel también nos roza y una química extraña nos embarga,
usamos distintas palabras-cosa que tiene cristalina lógica-
yo tengo la voz propia del “otro yo” y el habla como “yo”,
lo nuestro es complejo, todo se nos  mezcla,

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