miércoles, 17 de agosto de 2011

En el fondo es un buen tipo… (relato de ficción).



Hablábamos de un colega exitoso, si se entiende como “exitoso” el paradigma de la cultura dominante en el mercado, es decir: un sojero de las relaciones humanas, alguien que practica el monocultivo de las emociones, ese arquetipo artificial dependiente del costo-beneficio, cuya singularidad es el total alejamiento a la ternura.

Ninguno de los cuatro sentados a la mesa, tiene esta cosmovisión, aunque tampoco ninguno podía afirmar que, en algún momento de nuestras vidas, ese falso éxito no nos haya deslumbrado con sus marquesinas. Ya viejos -tal vez un poco menos inmaduros- tales pececitos de colores no nos asombran en absoluto.

El citado, masculino o femenino – en términos policiales- no ha cambiado mayormente, sigue siendo algo trepador, medio manipulador, un poco descalificador, falsamente democrático, exitista, oportunista y mezquino.


El sábado inglés, suele modificar sus hábitos, habla con total bonhomía, y el domingo parece adquirir extraños hábitos evangelizadores, y hasta con su guitarra canta canciones progresistas. El lunes muda de indumentaria y de ornamentos.

Convenimos que no ha cambiado en sus formas, pero en el fondo es un buen tipo…

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