domingo, 9 de mayo de 2010

EMANCIPACIONES.

“Aprende bien las reglas y luego olvídalas”
Cartel Callejero.



Con éxitos y fracasos aprendió:
aquella sonrisa social tan necesaria
para el bien-estar de la cultura.

a engañarse
en ese dilema de placer y realidad

a pedir permiso
a no dar portazos

a cuidar los modales, a ser sumiso
a no enojarme ni pelearme

relojes, candados, obediencias
competencias, patrones y gendarmes

a ser un ángel en el colegio
y el demonio en el barrio

a creer por conveniencia
en los reyes magos

a lavarme las orejas antes de ir
a la casa de su tía Angelita

a cuidar de su padre hasta el hartazgo
a acompañar la tristeza perpetua de su madre

a alegrarse y entristecerse a destiempo
por el mismo acto de la historia

a conocer el catecismo
y la misa del domingo

a estar incómodo
entre dos sillas

a culparme
de lo que ocurre y no ocurre

a estar distante de sí mismo
a ser ambiguo y evasivo

a tolerar burguesías obscenas
y altares de barro

a mantener parientes falsos
y estúpidas lealtades de sangre

a leer libros de autoayuda
y escuchar algunos cuentos de consumo

a gritar igual a un gol
el hundimiento de un barco

a agitar el ser nacional
por un campeonato

postergar el servicio militar
rindiendo tiro al blanco

hoy desaprende a grandes pasos,
coordenadas diacrónicas y sincrónicas
entramados con espacios de continuo movimiento,
esa luz que ilumina su contexto y deambula en su mirada.

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