“Mi
escuela, aquella escuela, no tenía
ni nombre
ni linaje, y ya no existe.
Si digo
que la quise, mentiría.
Fue ella quien
amó a su niño triste.”
Mi escuela de Gálvez (José Pedroni).
era
estatal y como tal de principios laicos
había tizas borradores y pizarrones
las láminas
del cuerpo humano
en el patio
grande las canchas de vóley y hándbol
el gimnasio
techado, el campo de deportes
el piso de
madera que brillaba
un olor de
aserrín y kerosene en las mañana
la bandera y
las canciones patrias las costumbres
cotidianas
duchas
pileta de natación vestuarios
maestros y
maestras que recordamos
era estatal
y como tal todo era de todos
sabíamos porque”Facchetti”
había faltado
porque
“Pedro” se lastimó las manos
porque “Oscar”
se quebró el brazo en el picado
aprendimos a
querer aquello que nos construye
a compartir
y madurar juntos
a dialogar convivir
y acordar
aprendimos a
ser a estar a hacer a pensar
a escribir y
a hablar y a cantar y a correr…
de aquellos
verbos los mejores adjetivos
de aquella
escuela algo de ella yo soy