Segunda carta.
…” las cosas son signos que nos miran, nos hablan y nos aguardan. Cuando la naturaleza es un templo, decía Baudelaire en el poema “Correspondencias”, pasamos a través de un bosque de símbolos que nos observan con miradas familiares…” Jorge Monteleone.
Desnudo otra vez frente a la hoja en blanco
comienzo el rito, necesito esta carta aunque no sepa por donde comienza o
termina el camino.
Sobre el blanco papel escribo
sobre blancas sábanas escribo
sobre el blanco cieloraso escribo
pienso en versos y adentro todos son signos
Es ese encuentro amoroso, en ese placer, en ese asombro, en esa dilución de un
dolor escondido, yo sentía la lectura en el cuerpo, su movimiento, el juego,
transpiraba en su danza; una frase disparaba
mi escritura y ella se transformaba en un refugio, en la casa íntima donde
podía ir y volver a mi antojo, en las opacidades, en las transparencias en el
claroscuro, en mis ficciones y en mis realidades.
De pronto una palabra extraña es un misterio
a develar, enigmática y seductora me transporta a otra dimensión y allí comienza el viaje con el deseo de
descubrir ese mensaje inconsciente.
(continuará)
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