“Aquellos que no aprenden nada de los hechos desagradables de sus vidas, fuerzan a la conciencia cósmica a que los reproduzca tantas veces como sea necesario, para aprender lo que enseña el drama de lo sucedido.
Lo que niegas te somete. Lo que aceptas te transforma.” C. G. Jung
Del viejo arcón de ideas guardadas me
des-hice de algunos pensamientos oxidados cual candados. Al igual que los
armarios con la ropa des-usada. Aliviarse es des-prenderse, quedarse con las
cosas esenciales.
Siempre llevamos muertos invisibles en
nuestra espalda, nos acompañan desde el origen, de lo que nosotros creemos que
es el origen. Aquí y ahora, después de hacer
el armisticio ocupan lugares distintos en los espacios que les había
asignado.
Ni
ángeles ni demonios, me quedo con todo lo que nos han dado, que no es
poco a juzgar por los tránsitos andados, evidencias hay por muchos lados.
Se disuelve en el aire alguna pesadumbre,
el humo de aquella lejanía ya no es negro, ahora es de blanca energía y es más
alegre el paisaje, los colores son variados.
Una percepción inteligente del mundo de los
sentidos nos libera de alguna contradicción,
ya no sostengo las lágrimas de las primeras lluvias, los recipientes se
han vaciado.
***
Uno al fin comprende cuando la esfera
intelectual dialoga con la esfera emocional. El cuerpo, esa esfera motriz, aglutina
las partes para que seamos un todo.
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