A mis verbos
demorados
Jugar
partidas de ajedrez con los cuatro mejores del taller
Elegir una
mesa en la esquina silenciosa,
preferentemente al lado de una
ventana que mire a la calle
Preguntarle
a Imelda qué es un oxímoron y el valor de los epígrafes
Hablar con
mi prima de la historia y anecdotario familiar, aquellos miedos y alegrías
Estar calmo,
a solas conmigo mismo
Planificar
nuestro proyecto más cercano
Hacer oídos
sordos a los comentarios de fútbol
Sentir el
olor de las medias lunas recién horneadas
Dialogar con
Mario sobre el canon literario
Hablar de
psicología existencial con una amiga
Y de
realidad o ficción nacional con un amigo
Preguntarle
a mi doctora por qué me cura la poesía
Acompañar a
un colega en su tesina
Hacer unos
versos en borrador en una servilleta de papel
Ponerte azúcar
en tu taza
Leer el día
Aquí y ahora
mirar la borra del café sin adivinar el por-venir
…
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