martes, 1 de noviembre de 2016

Alguna niña, algún niño.



                                                               La final Argentina.
                                                               Mar del Plata. Octubre 2016.

Imagino con palabras, ese encuentro primero con una taza de café con leche, caliente, abundante, dulce y aromática.
Esa primera vez de dormir en cama suave, estar arropado después de tantas intemperies.
Y aquel instante de alguien o algunos que te aplauden, el aliento breve que dura una carrera, un salto, un lanzamiento, el partido o un combate…
Ese asombro en el momento de elegir entre dos platos.
Y ese viaje largo de ojos nuevos dónde lo común era liso o llano, o aquellos otros de lugares desérticos o de los terrenos altos, y ahora estas calles, esas casa que se apilan para el cielo y no para los costados.
Yo los miro y me miro asombrado, me alegra que alguna vez le devuelvan lo que por humano se han ganado.

Y ese mar tan extraño, esquivo, misterioso y milenario dónde alguna niña, algún niño descubren la palabra soñar en su desconocido diccionario.

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