martes, 27 de septiembre de 2016

Superman y la Mujer Maravilla.


No creo en los extremos, ni en el de la omnipotencia  ni en el  de la impotencia, estos son interdependientes y entre ellos se alimentan.
No me creo en  la historia de Superman, ni  en el de la Mujer Maravilla, aunque por este lado del mundo se venden muy bien estos muñequitos de plástico, con su trajecitos de color, los hay hasta inflables, y se los ve en las tapas de los cuadernos escolares, en las carpetas, llaveros, medias , remeras, y  en una lista de productos que llega hasta el cansancio.
La cultura de héroe se la observa por todos lados, en el cine es admirable como mujeres y hombres hacen cosas que no se hacen en ningún otro lado, hasta el lenguaje esta distorsionado con palabras como heroísmo, paladín, semidiós, titán, ídolo, basta escuchar  por radio o televisión un partido de fútbol para encontrar aquellas hazañas y otras maravillas.
Quizás sea el efecto no deseado del  -Tú puedes- de la exageración y el triunfalismo, que no tiene nada que ver con un positivo empoderamiento social e individual. Nos acomplejamos si no somos primero en casi todo, de tal suerte que, en casi todo somos los excluidos perdedores.

Estamos al margen de aquellas listas, a diferencia de dicho modelo yo creo que hay millones de triunfadores, quizás no son todos, por cuestiones de elecciones y otras pobrezas más complejas, pero sí, estoy seguro que son millones. Grandes trabajadores, grandes estudiantes, grandes mujeres y hombres, los actores de los grandes hechos, simples, cotidianos y sostenidos en el tiempo.

miércoles, 21 de septiembre de 2016

El mundo de las letras y de los números y otras definiciones.



Ayer, que suele ser un día indefinido,  leía en el diario un artículo de un periodista  en el que citaba a Unamuno, el  epígrafe en cuestión decía que el mundo se dividía en letras y números, una síntesis profunda para cualquier inquieto aprendiz.
Confieso mi predilección por las letras, debo admitir que mi  punto más fuerte es la semántica  tan cercana a la filosofía y a la psicología y el más ciego la sintaxis, curiosamente esta última  más próxima a los números, es decir a la lógica y la matemática.
Escribir para mí es una necesidad, una gran inspiración es todo aquello que me  pasa y toca  ese mundo sensible, donde el cuerpo es el principal protagonista, lo demás lo hace el cerebro. Otra fuente inagotable es la lectura, es imposible mantenerse neutro  ante la potencia de las palabras en cualquier texto que nos atrapa, de allí también surge el impulso por una suerte de re-escritura, que no es ni más ni menos que una lectura-escritura de nuestras  particulares percepciones, historias, contextos, circunstancias, decisiones, relaciones…

Sándor Márai en su libro “La Gaviola” nos dice:  “… porque  la realidad de la vida y de la muerte radica en las palabras”. Como no enamorarme de ellas, tenemos un cuerpo y una mente de letras, una historia antes de ser historia, un nombre antes de ser nombrado, un personaje de ficción antes de ser el actor principal, un código que ha intentado gobernar nuestros días con un abecedario de cálculos y  de reglas inalterables, tan dominantes en nuestros inicios y tan laxos en el medio juego y los finales, es precisamente  en esas imperfecciones, en esos puntos ciegos del tiempo,  cuando  el lenguaje cede a nuestros  matices personales, a la voz propia que después de algunas decenas de años conquista algún territorio de aquel  imperialismo de la lengua.
El escritor, el artista de la letra, a veces resulta un ser molesto, interpela, hace preguntas incómodas, es buscador, provocativo, aunque por momentos  esto último resulte exagerado. Algunos sobreactúan, son vencidos por sus propias vanidades, prisioneros de sus egos  y de su cultura personalista.  Pero hay otros que  no caen en la trampa del narcisismo,  no apelan a  la ironía extrema, evitan el cansancio de la burla y buscan las profundidades despojados de excentricidades, y alcanzan lo sublime, en lo ético y estético,  trascendiendo el claroscuro de lo humano.
Soy un hombre  de preguntas más  que de respuestas, las segundas suelen ser más inciertas, muy acomodadas a las circunstancias, algunas de aquellas  contestaciones tienen varias alternativas, varias  son personales y otras generales, ciertos interrogantes jamás  tendrán revelación  alguna y a veces abandonar una  pregunta es la réplica más valiente y sabia.



viernes, 16 de septiembre de 2016

Cosas mundanas

.

El mundo es y afortunadamente también se hace
quizás por ello escribimos, enseñamos aprendiendo
aprendiendo enseñamos y de paso con pasión  laboramos,
no es el paraíso diría una amiga, pleno de incompletud  diría un amigo
y porque no lo es y nunca lo será es maravillosamente hermoso el desafío
y así andamos satisfechos e insatisfechos en la eterna cinta de Moebius,
bellos y bellas y no tan bellos ni tan bellas , todos  a medio hacer
y haciéndonos  en el perpetuo mientras tanto
una moneda de cara y ceca pero de un solo lado
un blanco con tintas negras o un negro manchado de blanco,
alguna vez el mundo nos duele tanto que inventamos otro a contramano
y si gira para un lado –loco- lo hacemos andar para el otro
hacemos  refugios transitorios por todos  los poblados
trampolines de osadías, las reglas de un mundo no nos sirven

buscamos otras  para soñar un rato, sin deseo no hay cambio

sábado, 10 de septiembre de 2016

La cura de palabra.



                               “El inconsciente es un saber estructurado como un lenguaje” Jacques Lacan.

Hay algunas que alivian y calman
otras lentas que de afuera hacia adentro
te sanan – hojas de la cebolla-
al decir de mi abuela “dolores del alma”
que  una  a  una  se sacan
-cuaderno de las nanas-
cuando la ciencia no alcanza
el hombre a sí mismo su armonía clama

los efectos son variados
no todos responden
 de parecidas maneras
con la misma terapia
varias alternativas son válidas

a veces un sinónimo
altera la mirada
quizás una coma
sea un vaso de agua
descansa en el renglón
hace un recreo, un rodeo
en la escalada

el des-orden de algún vocablo
me lleva a lugares inexplorados
hay alguno que salta
entre otros se intercala
y encuentro una forma
que no pensaba

el azar del abecedario
juega sus letras
en el diccionario
a veces el camino se allana

siento, siento…
que amorosamente me acompaña
cuando comprendo
y cuando no entiendo nada
el silencio me trae
aquellas inventadas

el sueño me dicta
traducciones vagas
los olvidos, los chistes
las frases equivocadas
yo escribo
y el empacho se me pasa
el mal de ojos desaparece
y mis ojos descansan


ella te cura
si te despojas de  nombres
y alabanzas
ellas han sido talladas
por el hombre
y el hombre –cosa extraña-
las vuelve a modelar
a su particular semejanza
algo propio les da vida

algo propio la cambia

martes, 6 de septiembre de 2016

Ciruja



Soy un ciruja de palabras
un coleccionista  de vocablos
las recojo en los desperdicios de las charlas
en el vagabundeo de mis días
las rescato de ese universo perdido
las levanto en los bares de fútbol
las busco en las calles inquietas
y también en los tránsitos calmos
las subrayo en los diarios, en papeles manchados
las memorizo en los colectivos abarrotados
en los parloteos de las mañanas
persigo ese alimento en mi desesperada hambruna
las escucho de los políticos sin rostros ni vergüenzas
de los slogans de campaña,  de sus  carteles y murales
del anónimo poder  invisible de las propagandas
de los transeúntes cercanos a mi entorno
blancas negras grises celestes rojas azules ocres…
cargo en mi cuaderno este liviano equipaje
- botellero que transporta  vidrios vacíos y usados-
aún no he encontrado aquella seña  indecible

que exprese todo y  me deje sin este elegido trabajo.

sábado, 3 de septiembre de 2016

Caras, caricaturas y contracaras.



Imagine una mujer o un hombre, en estos tiempos, ella o él, o usted mismo, en una semana de su vida…
¿Con qué cara iniciaría el lunes? ¿Y los otros días de su breve calendario?...

El lunes cuando sale a la calle, cuando solo es  un recuerdo las pantuflas del domingo, cuando se tiene que ganar el peso, eufemismo de reales, guaraníes, dólares, liras turcas, euros, séquel  o vaya a saber que moneda que sin dejar de ser extraña tiene la característica común que se transpira para ganarla. Tal vez  se ponga ese rostro de guerrero que tiene en su armario, un casco, y la  ornamenta o armadura  (impermeable contra las balas) de  acero templado.

El martes quizás se transforme en ese payaso tragicómico muy propenso a padecer esos trastornos  bipolares, con un llanto y una risa entremezclados.

El miércoles puede llevar la máscara de la tristeza, ya que la semana se está tornando muy larga y aún falta mucho tiempo para el fin de semana y el descanso tan ansiado.

El jueves es ideal para ponerse la máscara de pinocho, para vender esa sonrisa social tan necesaria en los negocios que dan a la calle. Algunos vendedores de autos me han confesado que ese día toman pastillas para mentir sin descaro.

El viernes puede ser un día para el diablo, no siempre alcanza para vivir con las buenas intenciones, los gobiernos con oscuras habilidades  son muy  buenos   maestros  para  los dobles mensajes, de tal suerte de que si a veces  -usted-   piensa mal, es probable que lamentablemente tenga razón. Le pido perdón por el sarcasmo.

El sábado ya se ha ganado su descanso y esa sonrisa de hombre feliz –quizás la más sincera- denota que está muy relajado.

El domingo es posible que su cara se parezca a la de un santo bonachón,  en esos días uno promete ser mejor, tal vez porque la ambición descansa por un rato, en  ese mismo día hay un pronóstico favorable para que tenga un rostro de mujer u hombre asombrado, por las mismas razones antes expuestas, de a ratos en esa jornada, uno tiene mayores niveles de conciencia porque  esta sereno y sin  cansancios, no es extraño que mire el amanecer o una puesta de sol, y allí se detenga (inteligente) su atención.

Es sabio recordar, como dice Juan Manuel Serrat  en su cancionero “De vez en cuando la vida nos besa en la boca”, como también es cierto que en otros días el mundo nos resulta insoportable y nos muestra  un semblante desabrido y pesado.
La lista de aquellas  caras, caricaturas y contracaras , seguramente será más amplia. Pero mi querida/o  lector/a usted sabe que  la realidad siempre supera  a esta ficción…