viernes, 24 de abril de 2015

Escultura humana.



una o dos veces  al mes –sin proponerlo-
el insomnio esculpe objetos indecibles
repuestos o remedios que necesita un sentimiento
hallazgos de mirar hacia afuera y hacia adentro
cuando tomamos  café con  el  otro universo de un amigo

en las pausas de un taller que construye y reconstruye
los materiales de aquella sensible humanidad
etéreas virutas –en su bruma- modelan sus preguntas
en la aventura de la búsqueda con sus sensuales curvas
empatía de compartir las respuestas inconclusas

los seres humanos necesitamos el puente de los silencios
el bar de los susurros, el saber que aquellas soledad es compartida,
que no es poco intercambiar los límites, el silencio de los lenguajes,
sacarle la ropa a las pasiones, mandatos, guiones o prejuicios

aún incierto: encontrarse en el encuentro y confiar en la confianza

miércoles, 22 de abril de 2015

47. La pesadumbre.



            Cuando estoy triste
            lijo mi cajita de música
            no lo hago para nadie
            sólo porque me gusta
                        José Pedroni.


Cinco campanadas me despertaron
en los bordes de los sueños
en el lugar invisible de aquellos silencios
calle solitaria y oscura
de un barrio del cerebro

el lago se seca, el árbol inventa su invierno
-mientras tanto- el viento viene a contramano,
las cartas del oráculo van cambiando
entre la pesadumbre y la plenitud
la moneda tarda un tiempo de mudar de cara a  cruz

me cuesta aceptar al mundo como viene,
soy intratable en el reposo de mis sufrimientos,
en la mochila de las  restricciones y aflicciones,
se me ordena confinar el descontento- aquel desierto-
esas decepciones del afuera y del adentro

no le pido a la palabra ningún encuentro
estoy sólo en este entierro, aún en mi sí mismo
pierdo la compostura de mis verbos,
hasta que la tinta negra no aclare su tiempo
será conveniente aceptar el encierro

hay astillas ocultas en la subjetividad de los sujetos
todos toleran ciertos montos de tristeza
yo me juego en mis juegos
busco otro lenguaje, altero los espacios y las formas

decido mezclar colores con extraños instrumentos

miércoles, 15 de abril de 2015

¿A dónde van las palabras cuando mueren los poetas?



Ya no saltan,
ahora ni el viento
las desparrama,
ya son una escultura,
no cambian de lugar,
no ensayan su danza,
duermen en la arena
-sin soñar-
ya no juegan en su neblina
de  sedas blancas,
la emoción congelada
no despierta la mañana,
la visión que dibujaba la palabra
pinceles negros la callan,
descansan los versos
en la siesta de sus tramas,
alguien ha guardado sus rosas
-el perfume de los momentos-

entre sus hojas.

sábado, 11 de abril de 2015

El acto de la creación.


                                   A María Angélica y Martín.
                                   A Mariela y Ariel.
                                   A todos  los creadores y a los maestros  creadores de creadores.

Yo había escrito aquel deseo
antes del acto inaugural
de su  momento

yo había soñado
los nombres
de los acuerdos

fotografiado la ilusión
detrás del cuadro esmerilado
de mis cuentos

imaginaba los instantes
jugando con el tiempo
mientras la luna estaba creciendo

te había hecho de letras
tus formas en los versos
los ojos con los lápices de mis inventos

esculpía los sentidos
modelaba tu cuerpo
pintaba mis objetos

el tatuaje
imaginario
de mis verbos

de mi arcilla
de mis manos
de la astilla de mis ancestros

¿Quién era el artista?
¿Quién perfumaba la casa?
¿Quién hacía brillar el cielo?

¿Quién construía
el andamio
del Eros?

¿Quién desordenaba
mis días
en un caos tan perfecto?



estaba verde en otoño
en primavera con remeras de rojo intenso
a destiempo en el verano y el invierno

empapelaba mis cuadernos
fabricando un mundo
que creciera desde adentro

regaba las palabras
le ponía intensiones al viento
barquitos de papel a los que quiero

no sé qué brote
hizo raíces en  mi cerebro
de noche se iluminaba el pueblo

no sé qué caricia
me salvó del desierto
me abrigó al sereno

no sé qué historietas
protegieron a mi infancia
de posteriores sufrimientos

de arriba hacia abajo
ahora veo
la conquista de mi universo

veo los saltos, los rodeos
las curvas acentuadas
los ascensos

los lugares
donde detengo al tiempo
los descansos de viajero

y aquí me encuentro
descubriendo…
descubriendo…



viernes, 10 de abril de 2015

Biblioteca.



La entrada tiene un olor
indescifrable a  papel húmedo,
un silencio impuesto de iglesia
una postura de izquierda
y un control de derecha,
en alguna esquina se apilan
desperdicios de maderas
y fragmentos  viejos
inventario que se niega
al  crematorio de  aquellos objetos muertos,
-temores de la burocracia oficial-
Allí, hay entradas, accesos, umbrales,
la solemnidad de los templos,
la puerta de las preguntas,
el palacio de las artes y de las ciencias,
las virtudes del intelecto,
y en las estanterías conviven
famosos y noveles sin Nobeles
el tiempo se detiene y se dilata
y los ojos se llenan de palabras
se re-imprime aquella ad-miración

se expande el universo

jueves, 9 de abril de 2015

WhatsApp.




llegamos bien
viajamos por un camino verde
con  curvas acentuadas
los sembrados tenían seis tonos
de ese color fértil
a veces, predominaban las araucarias
y en algunos campos
los amarillos de Vicent Van Gogh



martes, 7 de abril de 2015

El mal-estar de la época



            “No se puede amar al otro despojado de su alteridad, sólo se puede consumir. En
            ese sentido el  otro ya no es una persona, pues ha sido fragmentada en objetos
            sexuales parciales. No hay ninguna personalidad sexual.” (Byung-Clul Han).

            “Definimos el ecosistema como un conjunto de diferencias que interdependen
            y la crisis  ecológica como la ruptura de uno de estos dos ejes, resultado del afán
            de productividad y del culto a la eficiencia”. Luis Carlos Restrepo (Ecología
            Humana).


Hay mujeres y  hombres
cansados de abundancias,
enfermos de estar obesos
en la quietud de sus deseos
en la comodidad de sus carencias,
aburridos de consumir objetos
en la modorra de  los guiones ajenos
sin asombros ni suspensos,
apurados, subiendo por escaleras

sin pasiones ni argumentos.

lunes, 6 de abril de 2015

El despertar del poeta.



A veces una película
A veces una palabra
A veces un sentimiento
A veces algo que no entiendo…

un olor, aquella picazón
algo que espero
un placer
o una incomodidad en el cuerpo…

ciego como alguien
que entra a tientas en aquel universo
el hilo con que tropiezo
mueve mi mano y se hace luz el verso



domingo, 5 de abril de 2015

Lo que queda de tu existencia.



            Estaba viendo la película “El maestro del agua” que según me dicen también se
            puede traducir como “El adivinador del agua” con Russell Crowe como actor y
            director, situada en 1919 en la península Turca de Galípoli, drama sobre una
            guerra sangrienta. Hasta esas tierras va un padre australiano a buscar los
            cadáveres de sus hijos.
            Inspirado en la película escribí el título: Lo que queda de tu existencia.

           
            Cada tumba tiene un rosario azul invariablemente agitado por el viento. La
            mayoría de ellas son anónimas y sobre un mármol negro puede leerse “Soldado
            argentino sólo conocido por Dios”.      Felipe Pigna    (Malvinas hoy).

Los huesos no tenían nombres
y estos en sueño-deseo buscaban a gritos
que muriera el silencio de sus recuerdos
porque ellos odian las flores de plástico
que no se marchitan  y viven falsos inviernos

somos  polvo, cenizas, restos
agujeros en el tiempo
escasas referencias
pero seguiremos siendo
en los que quedan despiertos



sábado, 4 de abril de 2015

Simplemente humano.



Sin ser un experto, por simple experiencia y algunas reflexiones, declaro mi incapacidad soberana de educar mis emociones, es más, no creo que se pueda tener un férreo control sobre ellas, sólo creo que hay cierto mecanismo de supervivencia (“principio de realidad”) que evita algunos excesos. Esto no quiere decir que sea un des-controlado sino que abandono esa fantasía de ser políticamente correcto.
Ellas –las emociones-  son autónomas por naturaleza, mientras que nosotros para serlo necesitamos varios estadios, es decir varios calendarios.
Creo que hay una relación entre el sueño y la vigilia, y entre el sueño y la emoción, la primera diada tan compleja como la segunda.  Centrado en el  sueño y la emoción,  ambos, deben tener alguna relación con las expresiones artísticas, no tan fáciles de decodificar, es como decir que se expresan con un lenguaje totalmente distinto al lenguaje matemático o de  la lengua, de tal suerte que tanto el sueño como la emoción necesitan de una traducción compleja, a veces metafórica, aproximada y no exacta para interpretarlo en palabras, o  ponerlo en palabras. Para ello sería  necesario un  tiempo, que le podemos llamar tiempo de análisis y reflexión, en otras palabras una suerte de sedimentación.
La decodificación no es rígida, ya que cada objeto soñado o sentido no tiene un nomenclador universal tan común en los apostadores de  quiniela, cuyo ejemplo más conocido sería  el significado de los números  (la niña bonita es el 15, el muerto que habla es el 48, el ahogado el 58…), pero dicho  código abusa de  rigidez,  ya que tales objetos  o situaciones soñadas  pueden ser distinta interpretación  para cada persona, percepciones e historia individuales  de por medio, entre otras cuestiones.
La primera tarea sería identificar las emociones, la segunda  averiguar porque sentimos lo que sentimos, y por último, descubrir cuáles son constructivas y   cuáles destructivas  para nuestra vida,  cuáles necesitan sanarse, y con  cuáles tenemos el firme deseo de cambiarlas o de vivir con el influjo de ellas.