Al fin me siento como soy,
como debiera haber admitido de un principio, 
una mezcla de genes conocidos 
y algunos quizás lejanos-imprevistos-
y este calendario de vivir y discurrir,
un amasijo de variadas  emociones
esa combinación de colores 
verdes y rojos, violetas y amarillos y otros y más… 
a pesar de las  impuestas armonías
sobre el fondo blanco –manchones de tintas-
composiciones, ensayos, proyectos, borradores, 
-esa suma de gustos y disgustos conmigo-
y de mis modos falsamente tranquilos
estos  garabatos de
la  caligrafía,
un revoltijo de formas y contenidos,
mejunje extraño de: tengo que, quiero, debo, necesito,
deseo…
frangollo  que
pongo en el vacío del caldero
y todo se resuelve más tarde en el instante preciso
en los fuegos del inconsciente
en el silencio, en el sueño
en las improntas de la piel y del cerebro