lunes, 28 de enero de 2013

Mezcolanza



Al fin me siento como soy,

como debiera haber admitido de un principio,

una mezcla de genes conocidos

y algunos quizás lejanos-imprevistos-

y este calendario de vivir y discurrir,

un amasijo de variadas  emociones

esa combinación de colores

verdes y rojos, violetas y amarillos y otros y más…

a pesar de las  impuestas armonías

sobre el fondo blanco –manchones de tintas-

composiciones, ensayos, proyectos, borradores,

-esa suma de gustos y disgustos conmigo-

y de mis modos falsamente tranquilos

estos  garabatos de la  caligrafía,

un revoltijo de formas y contenidos,

mejunje extraño de: tengo que, quiero, debo, necesito, deseo…

frangollo  que pongo en el vacío del caldero

y todo se resuelve más tarde en el instante preciso

en los fuegos del inconsciente

en el silencio, en el sueño

en las improntas de la piel y del cerebro



sábado, 26 de enero de 2013

De rendijas y fisuras.



Esa grieta  había gambeteado la perfección de la  exquisita arquitectura

en ese  lugar privilegiado de la ochava – la vista perfecta de la calle-

la esquina de dos miradas en el caos del paisaje

asfaltos, empedrados y  aquellas vías,

el  humo tóxico y la neblina y alguna fantasía entre los claros.

Nadie pensó que el viento acumulara   residuos de la pampa,

que de cuerpo y alma le aparecieran sus vitales impulsos,

que una semilla de ideas se hubiera posado en aquel nido

en el refugio de los hombres sensibles al asombro,

que en el pequeño espacio  hubiera germinado, 

que de su resistencia sacara esos  jugos,

que tuviera hijos autónomos y creativos,

que con tiempo rompiera los cementos

y ocupara sus legítimos  lugares

sábado, 5 de enero de 2013

el otro yo




, no puedo decir que sea un desconocido
-todo lo contrario- lo conozco demasiado,
a nivel cognitivo puedo reproducir todo lo que piensa,
la diferencia es que sentimos distinto y
por razones obvias interpretamos cada uno a su forma,
vivimos simultáneos en el aquí y ahora,
no podría vivir sin él –y paradójica mente- tampoco vivir como él,
cuando nos ponemos a negociar en los límites de nuestros cerebros,
la piel también nos roza y una química extraña nos embarga,
usamos distintas palabras-cosa que tiene cristalina lógica-
yo tengo la voz propia del “otro yo” y el habla como “yo”,
lo nuestro es complejo, todo se nos  mezcla,

miércoles, 2 de enero de 2013

escribientes




…nosotros sabemos que él le ha puesto a cada palabra un silencio,
para que diga lo que no dice, para imaginar todo  lo indecible,
tenemos pruebas  que,  mientras transita por el mundo,
entre punto y punto tiene varias  historias (muchas de ficción);
que a sus espaldas,  aquella coma,  habla de su pasado,
que ha inventado letras para despistarnos en sus laberintos,
que hasta ha probado, sin suerte, vivir sin un nombre o con otro,
que ha negado sus poderes y estos al fin le han convencido,
que este buen señor, vecino y muy próximo,
es uno -de los pocos-  con cierto coraje y pasión
que conoce el repertorio -el abecedario de aquellas construcciones-
desde aquí vemos como crecen en el edificio de su ánimo,
el verde helecho entre sus  dos ladrillos de barro,
que en la ochava de la esquina está lleno de papeles,
y debajo de cada capa de pintura -en la piel de sus paredes-
guarda en hojas de caligrafía el calendario de sus felices días,
de sus buenos amores  y del entusiasmo de sus labores
y si levantamos  las baldosas del patio o sus balcones,
encontramos   los  dibujos  en perpetuas versiones - borradores,
hechos con espontáneos lápices de variados colores
donde deambulan los bichos de su angustia y otros miedos,
como le sucede a cualquiera en esta extraña costumbre de vivir
y a pesar de todo, de lluvias y días secos, aún de fríos y calores,
conserva el rito de jugar en los renglones, igual a  nosotros…