martes, 29 de diciembre de 2009

La palabra justa y el pincel extraño.[1] ( Propiocepción de la historia)


…la historia hay que contarla

-el cuento incomoda-

sólo hay lápices pasteles

pinceles opacos , recortes de diarios

la pintura desborda el marco

la escritura abandona los márgenes

hay pájaros libres

y alguno prisionero de mi(s) carne(s)

de tanto en tanto

abruma la bruma

partes de navío –aquel naufragio-

la imposibilidad del barco

y pronto a un nacimiento

los muertos que llevamos

dolores argentinos

malestares plurales

inconsciente colectivo

nativos y heredados

un color irrumpe los descansos

una letra me despierta

a las cinco menos cuarto

y yo sin los andamios

el arte –extraño-

regala placeres y des-engaños

hay papeles destrozados

lienzos mal-gastados

insomnios iluminados

soles que queman recién pintados

la gente cree lo que lee

lo que escucha en la pantalla

lo que dice el uno del otro

y el otro del otro

cada cual piensa en su balanza

cascotes vienen, cascotes van

maestría de lanzar, poco arte en dialogar

y un demonio militar

nadie ve mejor que su mirada

-la sordera acompaña-

indago la palabra

aquella babel de la historias

sombra de los textos

pinceladas de charlas

¿quién agiganta o achica aquellos hechos?

soy lector de silencios

observador observado

el hombre de la escena que has pintado

el adjetivo que calla

en aquellos fragmentos, la voz apagada

en un tiempo

explotaba la palabra

aquí y ahora

me acompaña

una sangre de corazón

nos hermana

una paloma llora

en la mañana

nos duele la palabra perdida

la pintura olvidada

en el blanco papel

-que no entiendo-

la palabra justa

o la justa palabra

¡ no la encuentro! ¡no la encuentro!

en el renglón eterno

¡pinta! ¡pinta!

¡la palabra! ¡la palabra!



[1] Contexto de producción: Eleonora Pérez me envía un foto digital de su cuadro( la imagen se añade al blog). El poema surge como un cruce de lenguajes, a sabiendas de que una traducción es imposible ya que existen tantas traducciones como observadores posibles. Estas letras sólo son un reflejo de los muchos que tiene una pintura, como el agua de plata de un río, cuando el sol está en lo alto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario