Yo no creo que el destino esté escrito de antemano, creo, eso
sí, que se escribe mientras andamos.
Aunque el azar juega sus dados, o a la taba, o a las cartas o
a esa moneda que anda flotando por los aires…
“Si te conoces a ti mismo, Creso, realizarás la travesía
felizmente.”
Todo es movimiento y cambio. Los hechos son infimitos, los
jugadores y los modos de jugar también.
Con oráculos o sin ellos uno decide lo que es y lo que hace,
con los límites que impone lo humano.
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