Exorcizo los fantasmas de mis miedos a través de la
escrituras
sin saber que el viento lleva mis poemas y crea otros miedos
y fantasmas
de quienes me leen –aunque sean pocos los que asistan a la
mesa-
este ejercicio vocacional que practico tal vez construya mi
vana creencia
de un amuleto extraño, talismán que cura las molestias y
dolencias
ese bastón para todas las rengueras, el zarcillo de una enredadera
quisiera creer en otros dioses para asegurar el suspenso de
mis riesgos
más a pesar de la inútil quimera prefiero su agnóstica
presencia
y aunque ahora no sea pertinente el tema
también tengo claros los días de fiesta cuando la vida me
besa
yo siento alivio cuando encuentro las palabras perfectas
o cuando aquellas
incertidumbres me acercan a ellas
cuando descubro un sentimiento desenredando la madeja
cuando desnudas esas grafías cambian mis impaciencias
a veces soy yo y a veces es el otro que se refleja en la
letra
y en este ida y vuelta de palabras no sé cómo llegan y cómo vienen de vuelta
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