Inundado de celestes
las velas el cielo el mar
inhalo exhalo inhalo exhalo
alejo aquellas historias
lleno de vacíos
y ese silencio inteligente
aprendo a no hacer nada
a no esperar nada
a andar sereno en la jangada
el mantra simple de las olas
el blanco olvido de mi agenda
y el viento que decide el rumbo de mi barca
aceptar aquella danza
en la marea de la vida
los días que sortea esas circunstancias
los deseos se mantienen
en la estela que deja el andar
con esa sal que trae el mar
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