viernes, 11 de junio de 2021

Limar las asperezas.

Existe una expresión en francés “arrondir les angles”  que significa limar las asperezas. Tal expresión me atrajo desde el primer instante,  a tal punto de considerarla una regla en el arte del buen vivir, o en  el arte de no amargarse la vida.

 

El problema de las reglas es que no todos coincidimos con ellas, de tal suerte que el tema de respetarlas se transforma en una problemática de la práctica. De todas maneras uno tiene que ser coherente con su forma de andar por el mundo, o al menos con sus intenciones,   aunque no tenga mayorías de adherentes y pertenezca a una reconocida minoría, o sea,  decir, pensar y hacer proyectando su idea de convivencia hacia un futuro aunque no pueda verlo en el presente, algo así como vivir hoy de acuerdo a como uno concibe la utopía del futuro.

 

Pienso en las formas de comunicarnos, es decir de relacionarnos, desde lo que decimos hasta como lo decimos, tal vez en ese preciso lugar tenemos que hacer una lectura de las palabras que usamos, una lectura de nuestro trato con nosotros mismos y con los demás, una lectura  de la entonaciones, de la voz, de la mirada, de la mímica y de la expresión corporal.

 

En esos aspectos tendríamos que aprender de los escultores cuando  trabajan para redondear los bordes afilados de sus materiales, como suavizan las líneas, como redondean los bordes y liman las asperezas. Esmerilan, devastan, lijan todo aquello que resulta duro o afilado a los sentidos. Pulir, alisar, suavizar, degastar, en definitiva expresarnos en los múltiples lenguajes  de una manera más amable.

No hay comentarios:

Publicar un comentario