Si percibieras…
ese miedo disfrazado de huracán
-que se opone a vuestra marcha-
que con tiempo y con trabajo
perderían su poder y su arrogancia,
si pensaras que lo podrías
guardar
en un frasco de vicario
y terminaran en solo una botella
en un estante olvidado
Si percibieras…
que algunos sufrimientos
tendrían parecida suerte
destilando sus agrios sabores
y sus olores rancios
y te dieras cuenta - si tuvieras
deseos -
que con ciertos ejercicios de
coraje
–aunque tardíos o a destiempo-
con aguas claras en amplios estanques
esos venenos se diluirían tanto
que hasta beberlos en pequeñas
dosis
nos curarían del espanto.
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