sábado, 1 de noviembre de 2014

Airbags



No hay “airbags” contra las fuertes emociones
uno termina tarde o  temprano
chocando de frente o de costado
con ganancia si no hay lesionados,
el alma o algo parecido a ella
no tiene seguro con franquicia
y menos  contra todo daño,
de tal suerte  que después de los treinta
se anda con abollones por todos lados
y de raspones a diario
-especialmente en días de lluvia
o de vientos cruzados,
uno se convence del costo
de aquellos golpes
cuando la humedad le recuerda los dolores.


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