- · La muerte.
- · La diferencia.
- · La esperanza.
- · La decepción.
- · La alegría.
- · La pérdida.
- · La ternura.
La muerte.
Algunos dicen que es una ramera porque todos terminan acostados con
ella, sin contar que sea varón o mujer su vestimenta. Yo, creo comprender su
vida (?)...
Ella vino a mí por ese fuego
en busca de cierta calidez
-una virtud que no tenía-
ella era una mujer fría,
se tapaba con mis sábanas
cuándo en mi cama se metía,
el rojo de mi cara le atraía
contrastaba con la tez pálida
y su piel de ceniza,
tal vez eran mis ojos claros
-ella una mirada perdida-
me visitaba en el verano,
llegaba del norte
al opuesto de mis días,
me asistía en mis arritmias,
después se alejo
cuando otras noches
soñaban otras vidas.
Creo que buscaba en mi corazón
aquella comprensión tardía,
me dejo esa tristeza profunda:
la página blanca de su dolor,
el vacío de sus quehaceres
y el negro martirio del hastío.
La diferencia.
¡cuánto tengo que aprender de ella!
separa los claros y los oscuros,
con maestría lo sutil de lo burdo,
tamiza lo superficial de lo profundo
¡cuánto tengo que aprender de ella!
los suaves mensajes del cuerpo,
ese amoroso contacto
ese silencio dialecto.
La esperanza.
Estoy más tiempo con esta mujer,
no la busco por ser un ciego creyente
de su por-venir
ni por sus conjeturales paraísos,
aunque adhiero a su horizonte,
me gusta su ánimo
la actitud de vivir todos los días
con las ganas del domingo
La decepción.
Oculta su cuerpo en envolventes
sedas,
hoy es una mujer fea pero antes fue muy bella,
una expectativa de ojos grandes
-lo inmenso estaba afuera de ella-
el tiempo destiñe los colores y aquellos brillos
La pérdida.
Es una ausencia,
un recuerdo
que eterniza esta
neblina,
un teléfono que no suena
después de una larga estadía,
una agenda que se achica
una letra que no escribe
-
esas frases de osadía -
alguien que ya no dice
alguien que ya no hace
alguien que dejo sus dichos
para que alguien los repita
La alegría.
Es una danza que me incita
un salto de energía,
ella conmigo transpira,
vuela, se suspende, gira
y hasta cuando cae
me regala una sonrisa.
La ternura.
Tiene manos amorosas,
la delicadeza de una caricia,
contraria a los chantajes
de las mercancías,
denuncia el comercio de los afectos
cuida los gestos, los contactos y nos mima.
No hay comentarios:
Publicar un comentario