sábado, 19 de abril de 2014

Una mariposa me trae tu recuerdo.



La voz olvidada se mezcla  con tu letra viva
aquella que me dicta tus palabras,
yo tengo en los cuadernos tus señales,
separo tus creencias de las mías
lo amoroso supera las verdades,
Madre ¿cómo es esa negrura?
tú que mereces los celestes
los soles y los verdes
de los   campos de Arminda,
ya ves, yo como siempre
en mis  páginas  blancas
-refugio de mis noches-
aquel que  busca   colores y pinceladas,
ahora soy el único recuerdo,
un heredero , ese testigo
que avala aquello que  ha sido…



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