Esos sufrimientos subjetivos y conjeturales
que se esconden detrás de sus máscaras
a los que nos cuesta sacarle su disfraz
prueba su existencia cuando nos enojamos
si alguien desnuda aquellos rostros
y devela los propios engaños
personajes que nosotros hemos creado
en los solitarios hastíos del tiempo
con la arcilla entre las manos
modelaje invisible de
su sombra
con aquella curiosidad obscena
de nunca haberlos observado
artesanos al fin de un silencio extraño
jamás le hemos hablado
jamás interpelado
le otorgamos identidad
mientras nos roban el coraje
la propia voz y los relatos
han nacido del intento fallido
de repetir un rito
cada noche cuando los exorcizamos
las cosas tal vez sean más sencillas
no desaparecen con certezas
ni creencias ni historias de un antaño
es necesario la incertidumbre para afrontarlos
el combate dura un instante, de un solo corte
los divides en dos pedazos
el arte marcial tiene movimientos circulares
con el mismo impulso que los engendraste
se desvanecen en el humo ceniciento de su aire
de lo contrario se esconden en tu piel
se meten en tus sueños
y cierran puertas con sus falsos candados
esos sufrimientos subjetivos y conjeturales
tal vez puedan ser una falacia
alguna vez los
siento y me animo a pensarlos