jueves, 27 de diciembre de 2012
Las pequeñas decisiones.
Se puso a descansar
después de tanto caminar
hizo algunas miradas remotas
hacia atrás y hacia delante
tal vez hacia el norte
y hacia el sur
los padres optaron por el colegio estatal
en los tiempos de aquella democracia
se hizo socio de la Biblioteca Constancio C. Vigil
en un entorno de empedrados, otrora de tranvías
leyó viejas revistas, libros amarillos
que se canjean en el garaje de una esquina
estuvo en aquel barrio de barra extendida, fútbol, cine,
ilusiones , desnudos de películas y trasnochadas vacías
en tiempos difíciles, emigró, se adaptó, durmió en soledad,
resistió, murió, se refugió, gritó debajo de su tierra, escribió
se preguntó en las imprecisiones del lenguaje
de ser uno y todos al mismo instante
luchó con los límites de los verbos,
¿soy?, ¿estoy siendo?, ¿ habré sido?, ¿seré?
no aceptó comodidades porque sabía
que se transformaría en esclavitud
pasaron los años de mudanza en mudanza
algunas impuestas y otras elegidas
se dedicó a vivir
sin indagar el origen ni el final
algunas semillas – de dos o tres décadas-
le sorprendieron con su cosecha
enterró un sueño
y le germinaron otros
haciendo ejercicios de escultura
le sacó a sus materiales los excesos
no fue soldado, entre los yuyos
ejerció una protesta falsamente pasiva
y en el camino de las alternativas
encontró más de las que creía
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