sábado, 13 de octubre de 2012
5773
Sobre el polvo del tiempo,
capa tras capa,
los ladrillos de la vida,
y ,esos otros, de cenizas
los hombres que mudan,
los cimientos de un templo
sobre otro se edifica,
mil hojas de su historia se recita
¿quién escribe?
de mudanzas tras mudanzas,
hay escribas que recuerdan,
ese viento y ese polvo que se agita
muro, pueblo, casa,
un mapa que se hace y se deshace,
la tardía espera
y la urgente argamasa
La casa de David Ben-Gurión.
Los libros –soldados firmes-
a la espera de los ojos
y de las manos
en el escritorio: lápices dormidos
¿esos lentes qué habrán visto?
aquellas centésimas de instantes
un tintero –esa sangre-
el secante
y un reloj detenido a las diez y cuarto
extrañas circunstancias
fuertes ideas, grandes amores
y esa vieja paloma tiznada de pólvora
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