Cuando estoy en el camino de la enseñanza, hablo mucho y escucho poco.
Cuando he aprendido, es decir, cuando algo ha cambiado en mí,
hablo poco y escucho mucho.
En lo primero hago preguntas. En lo segundo me pregunto.
Al inicio controlo. Más tarde confío.
Y en ese orden: acumulo o condenso, cierro o amplio, copio o re-escribo, imito o soy creativo.
Más ser humano no es tan claro y meridiano, los sabores se entremezclan, los colores son marmolados y los sonidos combinados…
Andar recto es imposible, hay curvas de ascenso y curvas de declive,
planicies onduladas con algunos remolinos,
la naturaleza es circular como la letra manuscrita.
Y a solas me pregunto: ¿quién es el maestro? ¿quién es el alumno? ¿quién habla? ¿Quién escribe?
lunes, 4 de julio de 2011
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