viernes, 27 de agosto de 2010

Abuelos

“…, pero es mi abuelo”.
Sol Theuler
“…, Abu: te juego una carrera”.
Santiago Theuler

en los documentos- más precisamente en las partidas-
de ocupación decía : sus quehaceres

no sé si las arrugas del alma se planchaban
si además de los zurcidos se cosían otras heridas y desgarros

si el amor se alimentaba con brebajes en sus ollas,
si los ñoquis, pucheros y fideos eran las excusas de los encuentros

no sé si los blancos manteles merecían las manchas del vino,
si las losas –hoy escasas- llevan aún los sabores de la infancia

sólo puedo dar cuenta que el lenguaje de los actos
era –por entonces- un idioma que entendía

en los documentos –más precisamente en las partidas_
de ocupación decía: comerciante

y como ella, él - en su género- me acompañaba en los juegos
respetando las aventuras de mis tiempos

igual a un dulce refugio era mi abuelo
con él conocí el valor de los verbos

yo me acuerdo de ellos
de las cosas que sin palabras sostenían

hoy regalo aquellas golosinas
que me dieron de pequeño

reinvento el juego
y me recreo

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