domingo, 29 de agosto de 2010

De acentos enfáticos y otros recursos.

…debo conservar cierta timidez y un dejo de prudencia,
que hace tiempo estoy tratando de abandonar,
todo ello por el excesivo cuidado en algunas expresiones,
además me olvido, entre otras cuestiones, inconscientemente
de ciertos acentos extraños a mi gramática
que le darían ciertamente un tono más fuerte
y enérgico a algunos versos;
cuando las letras apiñadas se leen a viva voz o en respetuoso silencio
la lengua se hace discurso,
y es allí dónde las entonaciones cobran vida
adquieren ese juego de intensidades, matices y colores;
a veces es necesario golpear con una palabra bien ubicada
el comienzo del renglón:
“Zumban las balas en la tarde última”
es una muestra de botón del arte del viejo maestro;
más humorístico es el “Pelotudo” enfático de Fontanarrosa
en el congreso de su lengua: acentuado imaginariamente en el “tu”;
aunque hay otras maneras más sutiles de hacerse notar:
los dos puntos, alguna palabra encerrada entre guiones,
una expresión desusada en la academia más directa y contundente;
a pesar de mis cuidados, no dejaré de equivocarme
con otros errores u horrores ortográficos
que siempre generan una culpa escolar de séptimo grado,
tal vez repetiré algunas obsesiones que hacen ruido y un eco discordante,
tal vez sature de ritmo algún poema;
es que aquel mar ondulante del renglón
es un juego-pasión insondable que me atrapa
y comienza cuando me aferro a aquella palabra que flota a la deriva
y me lleva no se dónde…

sábado, 28 de agosto de 2010

SÍ – NO

entre el Sí y el No
se debate la vida

tensión perpetua
de nuestras decisiones

la cara o cruz
de esta suerte que elegimos

me opongo y afirmo
a veces entre dos males

¿Cuál es el beneficio de un Sí
que ofende la certeza de un No?

Sí – No, Sí – No, Sí –No,
en esta margarita que define

asumir el camino
es la cuestión

adhiero a los No que me sostienen
y a los Sí que me transforman

mientras un gris me nubla
por instantes: el horizonte

viernes, 27 de agosto de 2010

Abuelos

“…, pero es mi abuelo”.
Sol Theuler
“…, Abu: te juego una carrera”.
Santiago Theuler

en los documentos- más precisamente en las partidas-
de ocupación decía : sus quehaceres

no sé si las arrugas del alma se planchaban
si además de los zurcidos se cosían otras heridas y desgarros

si el amor se alimentaba con brebajes en sus ollas,
si los ñoquis, pucheros y fideos eran las excusas de los encuentros

no sé si los blancos manteles merecían las manchas del vino,
si las losas –hoy escasas- llevan aún los sabores de la infancia

sólo puedo dar cuenta que el lenguaje de los actos
era –por entonces- un idioma que entendía

en los documentos –más precisamente en las partidas_
de ocupación decía: comerciante

y como ella, él - en su género- me acompañaba en los juegos
respetando las aventuras de mis tiempos

igual a un dulce refugio era mi abuelo
con él conocí el valor de los verbos

yo me acuerdo de ellos
de las cosas que sin palabras sostenían

hoy regalo aquellas golosinas
que me dieron de pequeño

reinvento el juego
y me recreo

miércoles, 18 de agosto de 2010

el significante y su lenguaje

¿ qué palabra de aquella constelación
define este momento?

¿es posible que aquella grafía de otrora -hoy mismo -
haya cambiado para mi, su atractiva seducción?

todo esto me ocurre – ahora mismo- en los brocales
de viejos y profundos aljibes, de mis poblados territorios

es aquí dónde se detiene mi camino
-por instantes- a tomar agua

en el preciso momento en que este navío
revisa sus amarres sus vientos y sus velas

mientras siento esa pulsión de puertos
y mares inexplorados

entre hojas que se pierden
y estas nuevas que se manchan

el lenguaje –ese arquitecto-
es un alimento perecedero

la brújula del tiempo y su cartografía
cambia su norte y su destino

uno acepta los cansancios de sus escribanías
renueva y cambia cláusulas en los contratos

contempla en los atardeceres la palabra – la voz propia-
que se aleja del vértigo de las cuestiones cotidianas

las letras son un perpetuo borrador
de estos frentes y perfiles de esta cara

vive el recuerdo
que sostiene mi presente

martes, 10 de agosto de 2010

contemplación

un amigo ha cambiado monedas de rabia
por otras nuevas de coraje y de templanza

sin que se lo pidieran puso en la alcancía de sus días
estas nuevas preseas recién conquistadas

imagino que enfrentó ventanas y puertas invisibles
que hasta el presente estaban cerradas

el primer día solo abrió escasos centímetros
con un chirriar de goznes oxidados y palancas arrumbadas

con los hábitos de un buen obsesivo
le puso aceite a las bisagras

pensando que tal vez mañana otra vez lo intentara
limpió el polvo y las telas de arañas

los vidrios no dejaban ver su otra cara
y sólo en espejo él se reflejaba

las tardes resultaron curativas y largas
se leía a sí mismo después de atravesar las ventanas

y cuando por la puerta pasaba
escribía palabras nuevas y extrañas

sabiendo que cada sombra tiene su propia alma
desconozco sus íntimas charlas

a pesar de sus radicales palabras
un gesto de sosiego le animaba

y hasta lo veo flexible y laxo
en las mañanas



Extranjero

hay un exilio no elegido,
involuntario,
que deviene de alejarse
de las charlas del fútbol,
de liturgias y verdades celestiales,
consecuencias de alejarse
de algunos programas de radio
y de ciertas imágenes de espectáculo,
quizás de optar por la poesía,
de cierta literatura
y de otros idearios


hay que aceptar la incomodidad
de vivir en minoría,
ese insomnio fugaz de los desvelos,
los desencantos de alguna expectativa,
aceptar la tensión entre lo poético y lo prosaico
mientras un hemisferio duerme
y el otro amanece más temprano,
cuando el inconsciente da respuestas
cuando creo que descanso,
el exilio de alejarse de lo común y lo forzado,
mientras aumenta el respeto y tengo menos aplausos

este país extraño
es el fluir de los años,
el cansancio del buen samaritano,
no decirle “sí” a todos los colectivos
que te llevan a otro lado,
el abandono de cambiar al mundo
y hacer méritos para un trabajo,
de creer en nuestros valores
y volver a cambiar algo,
a conocer el nuevo continente,
este río largo palmo a palmo

domingo, 8 de agosto de 2010

Cartografía de un viajero en sus insomnios.

recuerdo vagamente un Greco Toledano,
- El entierro del conde de Orgaz-
cuando el mundo se repartía en mitades,
la personalidad de Velázquez en su Prado,
las cincuenta y ocho Meninas de Picasso
la época azul y sus apuntes de mujeres,
esculturas móviles de un jardín botánico,
los jardines calmos de Luxemburgo en París,
las fotos “ante el tiempo” en Madrid,
el estudio de Géricault en su naufragio:
“La balsa de la Medusa”,
el hastío de la Gioconda
ante nuestra enigmática mirada,
mis recortes culturales y estos saturados ojos
con perdidos objetos y hallazgos encontrados,
el David clonado en los umbrales del Palacio Vecchio,
la Venus de Milo – con su perdida manzana -
tan perfecta ella como aquel en su género,
cuatro esculturas en una esquina de Roma,
La Piedad en el lenguaje tónico de sus mármoles,
las luces de Caravaggio,
Botticelli con su Venus y aquella Primavera
-por añadidura las estaciones de Vivaldi-
tal vez alguna huella que escribiera
en La otra orilla aquel Cortázar,
los frescos del burdel de Pompeya,
un Barthes lúcido escondido en el alma,
un Kandinsky, un Dalí y un Miró en Venecia
en la vieja casa de Peggy Guggenheim,
el gondolero de Schubert
en las cercanías de la Plaza San Marcos
y “La Noche” en un barrio de Francia,
una charla amistosa en Versalles,
tu y yo y nuestros deseos en la Fontana di Trevi,
el arte de Gaudí en su geométrica y culta Barcelona.
Edith Piaf en los puentes del Sena,
mientras moría Saramago y vivía su evangelio,
antes había estado Yourcenar
buscando su Adriano,
por allí Sartre estuvo sosteniendo su humanismo
mientras a Freud le molestaba la cultura.

domingo, 1 de agosto de 2010

una ciudad, otra ciudad

urbana, cosmopolita, cultural,
de una extraña ausencia de neblinas
o de grises lloviznas,
república multicolor
no carente de ventiscas,
un despertar de apresuradas pedanas,
el contacto gestual de sus espacios
crucigramas,
celulares
diarios bajo el brazo,
turbantes,
colores varios
abanicos,
la vista calma, alegre, ausente , distante,
trabajadores, estudiantes, viajantes, turistas,
músicos variados de diverso arte,
los rasgos distintos
los rasgos calcados,
las paradas,
el fin de algunos
el comienzo de otros,
los saturados sentidos
de aquellos puntos cardinales:
y el hombre
igual y distinto
en todos lados