martes, 31 de diciembre de 2019

Esa palabra inmensa.



…la lengua, como resulta obvio, no es un sistema convenido de signos… decía Walter Benjamin, tal vez por ello  Alejandra Pizarnik  en su poema “La palabra sana” agregaba, la palabra dice lo que dice y además más  y otra cosa…

…dice lo que dice…

El único remedio que conozco es el amor, la palabra sensible que nos alcanza en el universo de los sentidos.

Amar es el verbo puro que nos sostiene, acción y movimiento que estimula a otros verbos, o reflejan su estado, existencia y condición.

En sus procesos a veces le alcanza la síntesis perfecta de su expresión, otras en cambio le acompañan vocablos de similar expansión.

Las formas se adecuan a su existencia, en sus modos simples, nutrir, estar, aprender, comprender, acompañar, enseñar, inspirar, acariciar, cuidar , confiar…en aspectos más complejos,  alentarnos,  apreciarnos, expresarnos, respetarnos, aceptarnos …

…y además más…
Lo que es y deja en nosotros, su  aquí y ahora , su devenir, a veces se transforma en una astilla, “a veces nos besa en la boca”, a veces calla y no encuentra su expresión, a veces baila con toda pasión…

…y otra cosa…
la expansión del sentido, la poesía, lo mágico, un horizonte inasible en el universo de las múltiples percepciones…

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