¿dónde
estarán esas palabras si no las escribo?
¿dormirán
en el universo amarillo en los papeles del olvido?
tal
vez pueda dejar de ocuparme
de
este gusto extraño
igual
a un campesino obstinado
no
puedo dejar de hacer lo que hago
escribo
en la arena en los techos blancos
en
la estela de agua que deja un barquito
de
qué colores son estas grafías, qué gusto
tienen, qué miran
qué
perfumes eligen, qué tocan sus caricias?
“entre medio de otras cosas…te leo...” Mariela.
Entre los quehaceres y los cansancios leo
entre lo que siento y pienso dejo sedimentar al
silencio
entre dos ladrillos crece una rosa
entre dos notas esa pausa
entre dos renglones un misterio
entre tanto evito estar entre dos sillas…
El velo
aquella transparencia
lo bello y lo atroz se desnudan
observador y observado se miran
¿Desde dónde? ¿Cómo se miran?
Todo se transforma en palabras
aún los silencios
la poesía es aquella ventana
el sueño descifrado
aunque la lluvia nos empape de intemperies
anversos y reversos de mirarnos
No hay caminos iguales
ni formas en las que andamos
dependemos de nuestras energías
del sentido que les damos
decisiones elecciones y algunos trabajos
lo que hacemos con lo que pasa a nuestro
lado
del azar con aquellas incomprensibles loterías
de los vientos que anuncian el oráculo
y esos tránsitos diversos
paralelos oblicuos o a contramano
algunos giran de repente
a ciento ochenta grados
hay quienes devoran kilómetros
no se puede mirar el paisaje tan apurado
en alguna esquina del cerebro sentimos
que hacemos el camino o algo modela nuestros
pasos
· Enseña y describe cómo quieres que te traten.
·
Aléjate del destrato.
·
Denuncia, es decir habla, sobre los maltratos.
·
Cuídate de los descuidos.
·
Persigue tu bienestar.
·
Supera tu pasado, no necesitas maldecirlo.
·
En tus quehaceres incorpora el movimiento.
·
A pesar de tus vaivenes apóyate en tus afectos.
·
Escucha y mira, devela lo que sientes.
·
Deja de culparte por aquellas telarañas.
Los relojes de mi casa quieren hacer un paro. Ya están dando muestras de trabajar a desgano, los relojes de las mesitas de luz andan a destiempo, el del escritorio adelanta 5 minutos, el de la cocina atrasa, y el reloj de pared del living se ha parado con su péndulo vertical firme como una estaca.
Agrupados en el gremio “Tic Tac” piden 8 horas de trabajo, 8
horas de recreación y 8 horas de descanso. El problema que se avecina es quien
va a controlar esas horas.
Mira el fuego y exorciza el humo
el verso devela el sentimiento más profundo
en este presente de tu cuerpo y de tu espacio
jugar con las palabras es una alquimia extraña
buscando entre los silencios blancos de un renglón
los otros te recuerdan la construcción de lo que eres
de mansas esperas se hace transparente el agua
para saber por dónde nadas
A destiempo de aquellos entusiasmos
quizás con la balanza de mis dudosos equilibrios
tal vez en el péndulo normal de los vaivenes
aún deseo todos los colores del arco iris
perdida la coherencia y la cohesión en los renglones de un “cadáver exquisito”
será mejor ver y mirar los fuegos que aquellos humos
aunque hoy no entienda lo que escribo
