No es un punto y aparte
es un punto y coma
le antecede la historia
y el horizonte de un por-venir
le agrego tres puntos suspensivos
y entre paréntesis
un signo de pregunta
y otro de admiración
cada uno de ellos
entre comillas
No es un punto y aparte
es un punto y coma
le antecede la historia
y el horizonte de un por-venir
le agrego tres puntos suspensivos
y entre paréntesis
un signo de pregunta
y otro de admiración
cada uno de ellos
entre comillas
No todo es un sí
no siempre es divertido
frecuentemente no es simple
tampoco es fácil ni sencillo
aquellas cosas
a veces son muy buenas
y otras no tan buenas
generalmente ni perfectas
ni terribles…
A las ocho de la tarde de este verano, aquel hombre se estacionaba en el umbral más alto de una casa, siempre la misma, y a la misma hora. Sobre la vereda de los números pares, cerca del Almacén “Lo de Mary”.
A su derecha y a mano un porrón
de cerveza que a ratos degustaba. Tal vez se llamaba Segovía, Toranzo o Colazo,
hombres de otro tiempo que yo había conocido en mi andar por los obrajes,
aquella universidad no formal de los trabajos.
A aquellos nombres la
persistencia del tiempo los tiñe de blanco como fotos veladas que se olvidan de
sus imágenes.
Yo conjeturaba sobre el final de
su jornada, quizás su único descanso, el instante calmo cuando el sol cierra
los portones de las fábricas.
Me acerco a sus cansancios, los
conozco de haberlos transitado, esas horas prolongadas de sudores, pero me
cuesta imaginar sus sueños, sus amores, la otra piel, la otra historia, el hecho
de ser otro.
Ahora los papeles no se queman se
borran, el procedimiento puede ser más rápido pero los efectos son iguales.
La presión acumulada no se
percibe tanto en los momentos que acontecen, sus consecuencias se sienten mucho
después y duran más tiempo de los que uno cree.
A muchas personas no les interesa
la verdad.
Algunos seres humanos que tienen
un gran sufrimiento a veces prefieren reemplazarlo por un gran dolor, el
primero es psicológico, el segundo es físico.
Es importante darnos cuenta
cuando nuestras premisas de vida no se sostienen, como también advertir las
contradicciones de nuestros argumentos. Frecuentemente son los otros los que
perciben tales incongruencias, parte vital de esa tarea se ocupan los
psicólogo/as.
A veces se dicen cosas y no se
escuchan. Hablar y registrar lo que se dice son las grandes dimensiones de la galaxia de la comunicación.
La palabra exacta deviene de
sentirla
de pensarla días y noches
de verla clara en el fondo
cuando el agua está silenciosa y
calma
¿Qué cuerpo tiene esa palabra?
¿Qué color? ¿Cómo huele? ¿Qué
gusto?
¿Es lisa o es áspera? ¿ en sueños
te habla?
¿Cómo suena en tu íntima morada?
Hay algunas que llevan
vestimentas gastadas
el uso vacío, desmedido,
exagerado
la falta de los parlantes de
corporizarlas
ellas necesitan del ejemplo y de la
práctica
otras visten de gala -son espejos
en el agua-
estelas que perduran cuando
avanzas
te acompañan te contienen
hacen tertulias en tus noches y
mañanas
también tiene sus límites
cuando la palabra no alcanza
cuando el silencio no dice nada
cuando alguien las maltrata
La palabra en cuestión está subrayada con una ondulante línea
roja en mi computadora. En mi búsqueda
sobre su significado encontré: “El
verbo descorporizar no existe en el diccionario. Es una palabra usada para
designar la acción de separar, quitar u ocultar el cuerpo material de lo
inmaterial. El prefijo "des" se antepone a algunas palabras para
darles el significado de negación, contradicción o ausencia. Ejemplos:
amor-desamor (negación), hacer-deshacer (contradicción), corporizar o
corporeizar-descorporizar (ausencia). Referencia: Diccionario
Abierto de Español.
La cuestión no
es negar la fusión de la tecnología en nuestras vidas, el ser humano cuando
avanza no puede volver atrás, la vida como la primavera siempre avanza; más mientras
uno camina puede pensar y reflexionar sobre los límites y desafíos de las
tecnologías disruptivas (ver “21 lecciones para el siglo XXI de Yuval Noah
Harari), entre otras problemáticas del aquí y el ahora.
En un artículo leía
sobre el uso limitado de nuestras manos
y nuestros pies, con referencia a las
primeras solo podemos advertir un gran movimiento de los pulgares a lo que alguien
llama “La generación Pulgarcito/a” determinado por el uso de los teléfonos
celulares. Se desvaloriza el conocimiento práctico, esas cosas la dejamos a las máquinas y con ello perdemos el placer que siente el homo faber.
Preguntadle al
cuerpo que siente, descubrirás un universo asombroso; las sensaciones
corporales, la galaxia de lo sensible nos permite observar esa relación inseparable de cuerpo-mente.
Afina aquellos
instrumentos, el silencio, la meditación, aquella introspección, simplifica,
busca claridad, sé sincero y paciente contigo mismo. Intensifica el contacto con las personas y con los objetos,
toca con las manos lo liso y lo áspero, siente lo que huele bien y lo que huele
más, amplia tus sabores y tu mirada, escucha tus diálogos internos y externos.
Haz de las palabras un arte, celebra los
encuentros, aquellas tertulias.
Observa como
los juegos han perdido esa sensación física y carnal, a veces ni siquiera se
transpira, a veces se juega a solas.
La
comunicación, el amor, el jugar, sentirlo a la distancia puede ser un recurso pero no un
fin. Nada iguala el encuentro con los otros.
…“Dando
gracias por la cosas
que en la ruta me he encontrao…
disfrutando la memoria de los ríos que he cruzao…”
Parao – Rubén Blades.
Entre el azar y la necesidad
que alguna vez nos une
y otra nos des-une
entre las circunstancias
que no justifican todas las
cobardías
entre miedos y osadías escondidas
esas personales e invisibles
valentías
entre aquellos temblores y las
propias rebeldías
entre lo dado y lo negado
distingo lo propio y lo
ajeno
lo familiar y lo distinto
entre tantas cosas que se mezclan
veo la variedad de los caminos
más allá de la pobrezas y las
riquezas
están aquellos cultivos
con los retazos de palabras que
deja una charla de café
con la borra que dejan aquellos
sedimentos
disfrutamos de los encuentros
sin propósito ni orden
la argamasa que hacemos los
parlantes
la sabiduría se construye de
mantener esa constante
los sabores de un buen arte