Creo firmemente que escribir es desnudarse, no en el concepto literal del término sino en el sentido figurado. Tal vez analizar y comprender un texto sea parecido a desentrañar los misterios de un sueño.
El sueño y la escritura albergan
secretos, verdades, temores, deseos…el cuerpo de la escritura está a la vista
aunque necesite develarse, descubrirse, sacarse esas sedas transparentes que lo
cubren.
Una epígrafe, la repetición de
algunas palabras, los vocablos desusados o extraños, el uso del sí mismo o la
distancia de una tercera persona, la extensión de las oraciones, la recurrencia
de algunos temas perturbadores, las alegrías y los hallazgos inesperados, la
anatomía de ciertas emociones…
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