Los miedos de mi madre
no eran mis miedos
aunque aún hoy algunos
me cuesten diferenciarlos
en su vientre de embarazo
yo sentía sus dolores
mensajes invisibles
la lluvia fina que penetra en tu
intemperie
no es deslealtad al amor
distinguir tus temores de los
míos
todos escribimos en hojas blancas
mensajes ocultos en renglones de silencios
“la herencia no se hurta” se decía
el inconsciente guarda sus
memorias
dormida, oculta,
la otra herencia involuntaria
tal vez mi tarea sea
contemplar al miedo
transformar su energía
escribir de nuevo
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