El Herrero en la alquimia de los aceros
templaba al rojo extremo aquellas aleaciones
las chispas danzaban más en los veranos
sometidos a los rigores de los golpes y otras torceduras
nació del amor del caldero y de la fragua
una virtud resistente al fuego y otras circunstancias
sin quebrarse y sin cambiar sus
formas
No hay comentarios:
Publicar un comentario