a veces se
mezclaba lo manso y lo rebelde
virtudes o
defectos según las circunstancias
aquellas
violencias en el cuerpo nos dejaba sus marcas
nadie sale
ileso de los golpes en el alma – las historias están grabadas-
yo la miraba
con un dolor distinto al que portaba
ella sumisa
, estoica, el destino soportaba
hay una
quietud que también se paga
un pasivo
sufrimiento la acompañaba
la docilidad
del silencio su falsa calma
la tristeza
resignada -esa obediente esclava-
en la
doméstica casa recuerdo escenas
el teatro
repetido de la vida cotidiana
ella a veces
me mostró su negra página
y yo le di
el blanco papel de mis lágrimas
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