Sé de alguien
que le ha
tocado jugar
algunas
cartas
que no ha querido
ese azar
que nadie
entiende
sortea los
destinos
apaga
jóvenes troncos encendidos
de aquellos
desconocidos laberintos
un fuerte
viento de cenizas
transita sus
calles amarillas
y nos golpea
las mejillas
la tinta
llora
su negra
lágrima
escribe y
lee
la página
blanca
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