Hacemos enmiendas de
los tránsitos, renovando los mapas de los primeros viajes, cuando aprendimos a
volar hacia aquellos horizontes, aclarando que esa  técnica nos llevó algunos años. Desde la
práctica nos dimos cuenta que el viento era un participe  importante, que varias tormentas nos alejaron
de algunos lugares que deseamos.
A los decires y
sentires, a los puentes de aquellas relaciones que hacemos los humanos, hacemos
algunos añadidos a los viejos escritos, una re-escritura de intensiones que
descubrimos en ese tiempo,  cuando
tomamos agua en un descanso, en los remansos de nuestros ríos de torrentes y de
saltos.
Hacemos nuestra fe de
erratas de los  verbos mal conjugados de
algún error de ortografía, de alguna palabra que se nos ha escapado, que al fin
de cuenta nos dimos cuenta que  podemos
vivir con ellos sin necesidad de suicidarnos.
Sirva esta carta
adicional  para dejar registro de ricos
hallazgos, después de sostener ejercicios de mirar y de mirarnos, de  practicar un darse cuenta, algunas cosas nos
regala la conciencia de uno y de la cosas, jugando entre el adentro y el
afuera, integramos esa apuesta a la esperanza.
Añadimos  algunas excepciones, detalles específicos de
logros y des-encantos. Agregamos un documento cuando negociamos otras estrellas,
 porque algunas se nos han apagado por no
poder resistir la luz de los argumentos y otras premisas que encontramos.