¿qué semilla de tormento
fue plantada en nuestra
historia?
aquella novela familiar
de amores y desvelos.
Nuestra mirada busca lo visible
atrás, a lo lejos, en su larga
distancia
-cuando el tiempo no era este
tiempo-
Más los ojos no ven las raíces,
este sentido no siente
lo que por dentro llevo;
buscarás a los maestros
y al final del camino
sin despreciar las ayudas y los
intentos
el maestro estará delante de tu
espejo,
en la hoja están la suma de mis
decisiones
los desvíos, las fracturas, los
inventos,
y yo aquí –con mis versos mudos-
en este presente eterno.
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