lunes, 7 de octubre de 2013

Torneo de ajedrez.



jugadores blancos y negros
se ponían los uniformes de sus regimientos,
los relojes marcaban lo que quedaba del día
de la noche o los inviernos,
los muertos de pie en los márgenes del tablero,
alguien diría que es un deporte, un juego,
la guerra, un arte, un refugio,
una forma de vivir el momento,
las mujeres y los hombres  pensaban
entre uno y otro desplazamiento,
aquello no era un pasatiempo,
entusiasmo, disciplina, disfrute y esfuerzo,
proletarios y reyes quedaban al final del encuentro,
no había títulos ni dinero de por medio,
sólo el placer de sentirse pleno,

ese dejarse fluir con aquellos movimientos.

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